Una chica americana, decoradora de interiores, llamada Anna Brady (Amy Adams) desea que su novio Jeremy (Adam Scott) le proponga matrimonio. Sin embargo, durante los 4 años de relación Jeremy no se lo ha propuesto, ni siquiera en la noche que Anna creyó que lo haría, en vez de un anillo, descubrió un par de aretes y la noticia que su novio viajaría a Dublin (Irlanda), por cuestiones de su profesión como cardiólogo.
Al llegar al Reino Unido, una gran tormenta obliga a su avión a aterrizar en Gales. Con los aeropuertos cerrados, debe contratar un barco que le lleve a Dublin, con la mala suerte que la gran tormenta hace que éste solo la pueda dejar en un pueblecito perdido al sur de Irlanda. Ahí consigue una habitación en un hostal y taberna a cargo de Declan (Matthew Goode), un joven muy irlandés quien se burla de las torpes costumbres americanas de Anna.
Anne le propone pagarle si la lleva en taxi a Dublín; como Declan tiene una deuda pendiente, acepta. Realizan el viaje, pero una torpeza de Anne pierden el vehículo. Posteriormente intentan tomar un tren, pero no llegan a tiempo. Se hospedan en un hostal con unos puritanos que solo admiten matrimonios, no parejas, por lo que se hacen pasar por un matrimonio, momento donde comienza a despertar entre ambos una atracción que va en contra de sus planes.
¡Qué tal! ¿Ustedes chicas, le pedirían matrimonio a su pareja? Tal y como lo hizo la actriz Adams en la película de…